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SI YO CAMBIO, TODO CAMBIA !!!

miércoles, 7 de septiembre de 2011

EL MUNDO SOBRE RUEDAS – Albert Casals


 Encontré un vídeo que quiero compartir porque creo en eso del “Contagio”, no solo cuando de enfermedades se trata, sino cuando descubrimos que hay algo que alguien llama “Felicismo”… Y que de verdad que me provoca el contagio!!!
Pero así mismo, ese contagio viene desde otra fuente de la cual he hablado en un post anterior y que se trata de una muy querida amiga que está tomando las riendas de un cambio muy importante, que evidentemente buscando motivación para lo suyo, el Universo le “pone”, servidos éstos vídeos, libros, etc. para lo cual, ni lerda ni perezosa, recurre a cualquier herramienta disponible y que yo disfruto de “rebote” deleitándome tanto de sus avances como de las lecciones que para mi son útiles porque al fin y al cabo, somos muchos los que estamos en esto de avanzar…
Si quieren seguir la serie de entrevistas (son 4) en que nos cuenta Albert Casals su experiencia, se darán cuenta de que hablo y hasta quizás, se contagian también de ese Felicismo.
También en estos días, publiqué un post sobre un movimiento que se está dando en varias partes del mundo: “Vídeo sobre un mundo donde todo es GRATIS”, si, estamos hablando del dinero y como podrán comprobar al escuchar a Albert el modo en que hace sus viajes, entonces entenderán a que me refiero. Hasta me atrevería a afirmar que la “moneda” de mayor valor y que no sufre de inflación ni deflación es el AMOR !!! 
En resumen, hay otro modo de vivir y aquí queda patente QUE SE PUEDE !!! pero que solo es posible cuando nos logramos despegar de los mandatos que un sistema ya obsoleto nos pretende imponer como única y diría hasta “obligatoria” manera de vivir.
Cada vez seamos más los que integremos el movimiento del “FELICISMO” que no es otra cosa que vivir CON AMOR y sabemos que lo que se hace con Amor, sale perfecto !!! 
El “Felicismo” como concepto, afirma que todas las acciones del ser humano están motivadas por el deseo de ser feliz, conciente o inconscientemente y quesólo mediante una existencia feliz podemos proporcionar felicidad a los demás.  
Abrazos de Luz !!! Tom 
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Germinar semillas: reflexión



Un joven soñó que entraba en un supermercado recién inaugurado y, para su sorpresa, descubrió que Jesucristo se encontraba atrás del mostrador.
- ¿Qué vendes aquí? – le preguntó.
- Todo lo que tu corazón desee – respondió Jesucristo.
Sin atreverse a creer lo que estaba oyendo, el joven emocionado se decidió a pedir lo mejor que un ser humano podría desear:
- Quiero tener amor, felicidad, sabiduría, paz de espíritu y ausencia de todo temor – dijo el joven-. Deseo que en el mundo se acaben las guerras, el terrorismo, el narcotráfico, las injusticias sociales, la corrupción y las violaciones a los derechos humanos.
Cuando el joven terminó de hablar, Jesucristo le dice:
- Amigo, creo que no me has entendido. Aquí no vendemos frutos; solamente vendemos semillas.
“Convierte en frutos las semillas que hay en tí”.
Desconocido

Toma buenas decisiones

Ante varios caminos que conducen a un objetivo común hay que elegir uno, debes saber que uno de ellos puede ser que te cambie la vida para siempre.
Un día antes de que la temporada de pesca de perca comenzara, Jimmy y su padre estaban pescando. Luego de usar gusanos como carnada, Jimmy decidió practicar usando un pequeño señuelo plateado.
Apenas el señuelo tocó el agua, su caña comenzó a doblarse. Jimmy sabía que había atrapado algo grande. Para cuando comenzó a enrollar la línea, una luna gigante se había levantado sobre el lago. A la luz de ella Jimmy vio al pez más grande que jamás hubiera visto.
El padre de Jimmy encendió un fósforo para ver la hora de su reloj: las diez de la noche, dos horas antes de que la temporada de pesca de perca comenzara. Tendrás que devolverlo, hijo, dijo.
Jimmy protestó: Nunca habrá un pez más grande que este. Miró alrededor y no vio a ningún otro bote o pescador cerca. Aún así por el tono de voz de su padre, se dio cuenta de que no habría discusión. Sacó con cuidado el anzuelo del labio de la perca y la devolvió al lago.
Jimmy tenía razón. Ahora lleva a sus propios hijos a pescar, y en los últimos treinta y cuatro años jamás vio una perca tan grande como la de ese día. Pero admite que cada que vez que tiene que afrontar cuestiones de ética, ¡recuerda a ese pescado de nuevo y sonríe!
Una decisión bien tomada vive fresca y dulce en la memoria.
Desconocido