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miércoles, 10 de abril de 2013

La Sinestesia. Dinámica de la percepción. - Publicado en la página de Bianca Atwell - Uniendo la Ciencia con el Arte

Este artículo de la serie “Artículos a la Carta” está dedicado a Alicia Wechsler, que sentía curiosidad por conocer el motivo por el cual algunas personas cuando escuchan música pueden ver colores y otras no.


Alicia, nuestro aparato perceptual, formado por los órganos de la vista, oído, olfato, gusto, por la piel, etc. , está diseñado para percibir frecuencias electromagnéticas, es decir, ondas vibratorias y oscilantes.
Ya que en el Universo no existen los colores, ni los olores, ni las formas o texturas, sino sólo energía vibrando a distintas frecuencias.
Esto es un poco difícil de entender ¿verdad?. ¿Cómo que yo veo un árbol color verde, con un tronco rugoso color marrón delante mío, y tú me dices que no hay nada en el Universo que tenga color, forma o textura?
Pues, lo que ves delante tuyo es sólo una representación virtual que hace tu cerebro. Allá afuera, el árbol sólo es energía vibrando a distintas frecuencias: las hojas están formadas por átomos que vibran a determinada frecuencia, y esa velocidad de vibración el ojo la interpreta como color verde. El tronco es la misma energía vibrando a otra frecuencia, por lo que lo ves marrón, y lo ves rugoso, también por la velocidad a la que vibran los átomos que lo componen.
Nada tiene color en el Universo, el color lo imprimen los bastoncillos que tenemos en el ojo. Los perros por ejemplo tienen una configuración distinta de su aparato visual, por lo que ven el mundo en blanco y negro y algunas frecuencias tenues. Aquí hay un artículo y un par de audios sobre cómo ven los perros:
Lo único que percibimos son ondas vibratorias de la energía. Esos estímulos entran a través de nuestros órganos sensoriales y éstos codifican esa vibración en diferentes señales químicas y eléctricas las cuales inmediatamente decodifica el cerebro y así proyecta una película interna, que es la que vemos como “realidad”.
Si la energía que forma el tronco del árbol en vez de vibrar a la frecuencia que lo hace, vibrara a una mayor, en vez de verlo marrón lo veríamos de otro color.
Cada órgano está preparado para discriminar un determinado rango de frecuencias. Es decir, todo lo que vibre entre 20 y 20.000 hertzios (ciclos por segundo), podremos percibirlo como sonidos.  Sin embargo si la energía vibra a frecuencias altísimas, ya la interpretamos como luz. Si la vibración es lo bastante baja, esa energía será decodificada como textura o forma.
Es decir Alicia, que el mundo que ves a tu alrededor sólo es energía vibrando a distintas frecuencias, y es tu cerebro el que las interpreta como imágenes, colores, sabores, sonidos o texturas, según el rango de frecuencias en las que vibre.
Ahora que entendemos que nuestra realidad siempre es una película virtual y acotada a nuestro limitado aparato perceptual, vamos a tu pregunta específica Alicia: ¿Por qué algunas personas cuando escuchan música pueden ver colores?
Pues porque son sinéstetas.
Cuando nacemos, nuestro aparato perceptual aún no está especializado en los distintos rangos de frecuencia. Cuando somos bebés, todos tenemos la capacidad de interpretar colores como sonidos, sabores como texturas o incluso olores como sonidos.
Cuando tú le cantas a tu bebé una nana, éste puede estar viendo hermosos colores saliendo de tu boca, porque aún sus órganos no discriminan entre un rango de frecuencias y otro de la energía.
Pero con los años, nuestros órganos se van especializando en distintos rangos. El oído, empieza a “tomar para sí” la energía que vibra entre 20 y 20.000 ciclos por segundo. La vista, comienza a asimilar todo lo que vibre entre 380 nm, aproximadamente, hasta los 780 nm. Por encima de los 780 nm tenemos las radiaciones infrarrojas y por debajo de los 380 nm tenemos las ultravioletas que son invisibles al ojo humano.
Algunas personas, el 1% de la población mundial aproximadamente, mantienen durante toda su vida la capacidad de no discriminar por órganos la percepción de la vibración de la energía, por lo que pueden percibirla con un órgano u otro. Este fenómeno se llama Sinestesia.
Además, la forma en la que percibimos la energía que nos rodea, está limitada por un componente cultural y educativo. Por ejemplo, si nosotros vamos al polo norte, veremos que el hielo en todos lados es blanco.
Sin embargo los habitantes del polo, los esquimales, ven 64 tipos diferentes de color blanco y para cada uno de ellos tienen un nombre.
En la China antigua, no se diferenciaba el azul del verde por ejemplo. La diferenciación se hizo culturalmente mucho más tarde.
Esto Alicia te puede dar una idea de la suerte que tienen los sinéstetas, de esatr menos condicionados para interpretar la realidad. Aunque a todos como especie nos condiciona la economía de la naturaleza: nuestro aparato perceptual está diseñado sólo para percibir las frecuencias que nos son útiles para nuestra supervivencia.
En nuestro mundo existen infinitos colores, sonidos, olores, texturas o sabores. Pero no podemos percibir estas vibraciones electromagnéticas de las partículas que nos rodean en su totalidad, porque sólo podemos captar todo aquello que se relacione con nuestra vida humana. La naturaleza cuando diseña, es fundamentalmente económica.
¿Por qué  el humano no puede escuchar todo aquello que vibre más allá de los 20.000 ciclos por segundo? Bueno pues porque los animales que nos sirven de presa o los que podrían “comernos o atacarnos”, vocalizan dentro del rango de frecuencias de 20 a 20.000 ciclos por segundo.
Nuestros sentidos podrían ampliarse evolutivamente a medida que vayamos necesitándolo por ejemplo por cambios meiodambientales drásticos.
Los elefantes por ejemplo, no solemos comerlos y es muy difícil que vayan a atacarnos, por ello, no podemos escuchar los sonidos que ellos emiten (que llegan a kilómetros de distancia) porque lo hacen en un rango de frecuencias por debajo de los 20 hertzios (infrasonidos). Sin embargo sí escuchamos de los elefantes aquellos sonidos que emiten cuando están cabreados, porque podrían alertarnos del peligro que representa su cabreo para nosotros.
Alicia, sé que este post te sorprenderá, como a muchos lectores, sobre todo porque parece imposible entender que el mundo que nos rodea NO ES como lo vemos, como lo percibimos, sino que vemos lo que somos. Vemos de acuerdo a cómo está configurado nuestro aparato perceptual. ¡Y cada uno de nosotros  tiene uno único, e irrepetible!
Pero la ciencia ya sabe hace tiempo que la ciencia sabe que en el Universo sólo hay energía y que todo lo que percibimos es una representación virtual que hace nuestro cerebro.
Para entenderlo mejor, nuestros cerebro actúa como un aparato de televisión. Lo que recibe la antena son sólo vibraciones de ondas electromagnéticas que viajan en el aire…sin embargo el aparato de TV tranforma esas ondas en las imágenes y colores que vemos en la pantalla.
Así hacen nuestros sentidos con la realidad. Reciben sólo ondas electromagnéticas  y las codifica y decodifica transformándolas en imágenes, sonidos, colores, sabores, texturas…etc.
Y a eso debes agregarle que cada persona tiene un aparato perceptual único, y programado según su educación y genética, por lo que algunas personas verán el vaso medio lleno y otras el vaso medio vacío, y también fluctuará esa visión según su estado orgánico general.
La percepción humana es la capacidad más deseada por los poderosos para poder manipularnos. Por ello, es importante conocer cómo funciona para tomar conciencia de que el aparato perceptual es condicionado desde nuestro nacimiento a través de la educación. Si nos educan en el polo norte con los esquimales, podríamos ver 64 colores más, dentro del espectro del blanco. Del mismo modo, muchas personas son capaces de captar rangos de frecuencias que van más allá del espectro de convención humana, y generalmente son tratados como locos que ven fantasmas…o locos que escuchan psicofonías…
Alla afuera, Alicia,  no hay nada de lo que ves, hay sólo energía. Es tu modo único y particular de ver la realidad el que la hace ser como tú la ves. Y eso es maravilloso. Eso es BIODIVERSIDAD.
Enlaces de interés:


V de Vaciar. El Abecedario de la Felicidad - Publicación en El Blog Alternativo



“No compres nunca lo que te sea inútil bajo el pretexto de que es barato”
Thomas Jefferson
“Oír o leer sin reflexionar es una ocupación inútil”
Confucio
Vivimos en una sociedad bien repleta de consumo, publicidad, marketing, información, ofertas y estímulos de todo tipo. Esto es algo que nadie puede negar. ¡Qué fácil es llenar nuestra vida de objetos que raramente utilizamos, de servicios que pronto abandonamos, de cantidad de información que se agolpa en nuestra mente! Lo último es algo así cómo vivir en un lugar donde no caben ideas nuevas, donde actuamos de una determinada manera y que habitualmente no es la más adecuado y ventajoso para nosotros.
Es muy importante vaciar nuestra vida, tanto a nivel físico como mental, para poder movernos y dar cabida a algo nuevo y mejor.

Vaciar la casa


Disponer de un trastero es un espacio extra de espacio que puede ir muy bien siempre y cuando lo mantengamos a raya. En mi vida he realizado dos mudanzas y en los dos pisos tenía un pequeño trastero. Los días previos al traslado se convirtieron en un trasiego de viajes al contenedor de basura. Aunque algunos objetos los llevé a la nueva casa, aunque otras cosas las regalé… la mayoría eran objetos inservibles que había acumulado por si en alguna ocasión los utilizaba. Algo que nunca ocurrió. En general tenemos una propensión a acumular objetos, nos parece mala idea deprendernos de ellos. A lo mejor es que esto nos crea sensación de seguridad.
Otro tanto podemos decir de la cantidad de servicios a los que nos apuntamos y que nos resistimos a abandonar aunque ya no los usemos: gimnasio, suscripción a revistas, seguros no ajustados a nuestras necesidades, socio de club de futbol, móviles con tarifas no adecuadas a nuestro consumo y un largo etcétera.
Unos hábitos de consumo más racionales son más ecológicos y más económicos. Cuidaremos más el medio ambiente, nuestra economía estará más saneada y por lo tanto la felicidad será algo más sencillo de alcanzar. Antes de comprar algo o contartar un servicio piensa si es realmente necesario para ti. Y en caso afirmativo averigua si puedes disfrutar de ello sin necesidad de adquirirlo, practicando el consumo colaborativo.

Vaciar el trabajo

En el trabajo podemos aplicar lo mismo que en casa y también algunas cosas más.
Es muy fácil, y habitual, estar en el trabajo atrapado en un círculo en el que realizamos las tareas de una determinada forma sin darnos cuenta que continuamente las circunstancias cambian, y que seguramente ya no somos ni eficaces ni eficientes. El trabajo puede resulta un lugar de sufrimiento, donde se corre y se corre para no llegar a ningún lugar. Deberíamos reservar tiempos para parar y revisar. Se trata de trabajar obteniendo resultados y no solo de trabajar “a secas”. Estos son algunos asuntos sobre los que reflexionar:
  • ¿Todas las tareas reportan algún tipo de beneficio a corto, medio o largo plazo? Combinarlas, no sería apropiado que todo lo que hagamos esté enfocado, por ejemplo, solo cómo una inversión a largo plazo. Y por supuesto eliminar aquello que ya no suponga resultados.
  • Analizar la relación con clientes y proveedores. Un cliente demasiado exigente con los precios, que demande una calidad que no le podemos proporcionar o que no cumpla con los pagos resulta ser un cliente problemático. En muchas ocasiones será mejor dejar de trabajar con él y concentrarse en otro tipo de clientela. Lo mismo puede aplicarse con un proveedor que no cumpla con los plazos establecidos o que nos proporcione productos de mediocre calidad.
  • ¿Se pueden optimizar los procesos tanto de producción cómo administrativos o comerciales?
  • ¿Suponen el local o las oficinas un gasto (de compra o alquiler) asumible y adecuado? ¿Quizás podemos realizar nuestra labor en un local más económico?

Vaciar la mente

Vivimos en la era de la información y en la época de la crisis. Total, que sin darnos cuenta estamos llenando nuestras mentes de pensamientos, y generalmente negativos. Vacía tu mente, prohíbe el paso a lo negativo y que entre lo positivo:
  • No estés “enganchado” al telediario porque puedes llegar a la conclusión errónea de que el mundo se acaba pasado mañana. Utiliza otros medios de información más positivos y constructivos cómo Noticias Positivas oEl Blog Alternativo.
  • Desconecta de vez en cuando para tenerlo todo más claro. Busca tu técnica: meditarpasear tranquilamente en soledad, hacer deporte,…
  • Lee libros y revistas motivadores, asiste a cursos y a conferencias, fíjate en las personas felices.

Más V

  • Valentía: la satisfacción de haberlo intentado.
  • Valorar lo que hacen los demás y también lo que haces tú mismo.
  • Ver y observar la manera de actuar de las personas felices.
Estas son las letras del Abecedario de la Felicidad
Todos Los lunes Felices
101 pasos hacia la felicidadArtículo escrito por Angel González, autor del eBook “101 pasos hacia la felicidad” y la serie los lunes Felices en El Blog Alternativo.
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