Algunas lecciones de vida, llegan por donde uno menos las espera…
En éste caso, un querido perrito aparenta ser el instrumento pero la sorpresa es que un niño nos de esa lección simple, clara como solo los niños saben expresarlo…Por eso, justamente por eso, hay que insistir en cuidar que nuestro NIÑO INTERNO no desaparezca en el caótico modo de vida que una sociedad de consumo, constantemente nos invita a vivir…
Abrazos de Luz !!! Tom
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Siendo yo médico veterinario, fui llamado para examinar a un Sabueso Irlandes de 10 años de edad llamado Belker. Los dueños del perro, Ron, su esposa Lisa y su pequeño Shane, estaban muy apegados a Belker, y esperaban un milagro.
Examiné a Belker y descubrí que se estaba muriendo de cáncer. Dije a su familia que no podíamos hacer más nada por Belker y me ofrecí para llevar cabo el procedimiento de eutanasia en su casa.
Hicimos los arreglos necesarios, Ron y Lisa dijeron que sería buena idea que el niño de 6 años observara el suceso. Sintieron que podría aprender algo de esa dolorosa experiencia.
Al día siguiente, sentí la familiar sensación en mi garganta cuando Belker fue rodeado por la familia. El niño se veía tranquilo, acariciaba al perro por última vez, y yo me preguntaba si él comprendía lo que estaba pasando. En unos cuantos minutos Belker se quedó dormido pacíficamente para ya no despertar.
El pequeño niño pareció aceptar la transición de Belker sin ninguna dificultad o confusión.
Nos sentamos todos por un momento preguntándonos el porqué del lamentable hecho de que la vida de las mascotas sea más corta que la de los humanos.
Él, que había estado escuchando atentamente, dijo: ”Yo sé porqué.”
Sorprendidos, todos volteamos a mirarlo. Lo que dijo a continuación fue lo más maravilloso que había escuchado en mi vida, no me esperaba una explicación más reconfortante que ésta.
En ese momento, cambió mi forma de ver la vida.
Dijo: ”La gente viene al mundo para aprender cómo vivir una buena vida, cómo amar a los demás todo el tiempo y ser buenas personas, ¿verdad?” El niño de 6 años continuó:
”Bueno, como los perros ya saben como hacer todo eso , no tienen que quedarse tanto tiempo como nosotros.”
POR ESO:
- Vive sencillamente.
- Ama generosamente.
- Quiere profundamente.
- Habla amablemente.
Recuerda, si un perro fuera tu maestro, aprenderías cosas como:
- Cuando tus seres queridos llegan a casa, siempre corre a saludarlos.
- Nunca dejes pasar una oportunidad para ir a pasear.
- Deja que la experiencia del aire fresco y del viento en tu cara sea un éxtasis.
- Dormí la siesta.
- Estírate antes de levantarte.
- Corre, salta y juga todos los días.
- Mejora tu atención y deja que la gente te toque y acaricie.
- Evita morder, un simple gruñido sería suficiente.
- En días de sol, acuéstate de espaldas en el pasto.
- Cuando haga mucho calor, toma mucha agua y recuestate a la sombra de un árbol.
- Cuando estés feliz, baila.
- Deléitate en la alegría simple de una larga caminata.
- Sé leal.
- Nunca pretendas ser algo que no eres.
- Si lo que quierés está enterrado, escarba hasta que lo encuentres.
- Cuando alguien tenga un mal día, quédate en silencio, siéntate cerca y suavemente hazles sentir que estas ahí..
Al día siguiente, sentí la familiar sensación en mi garganta cuando Belker fue rodeado por la familia. El niño se veía tranquilo, acariciaba al perro por última vez, y yo me preguntaba si él comprendía lo que estaba pasando. En unos cuantos minutos Belker se quedó dormido pacíficamente para ya no despertar.
El pequeño niño pareció aceptar la transición de Belker sin ninguna dificultad o confusión.
Nos sentamos todos por un momento preguntándonos el porqué del lamentable hecho de que la vida de las mascotas sea más corta que la de los humanos.
Él, que había estado escuchando atentamente, dijo: ”Yo sé porqué.”
Sorprendidos, todos volteamos a mirarlo. Lo que dijo a continuación fue lo más maravilloso que había escuchado en mi vida, no me esperaba una explicación más reconfortante que ésta.
En ese momento, cambió mi forma de ver la vida.
Dijo: ”La gente viene al mundo para aprender cómo vivir una buena vida, cómo amar a los demás todo el tiempo y ser buenas personas, ¿verdad?” El niño de 6 años continuó:
”Bueno, como los perros ya saben como hacer todo eso , no tienen que quedarse tanto tiempo como nosotros.”
POR ESO:
- Vive sencillamente.
- Ama generosamente.
- Quiere profundamente.
- Habla amablemente.
Recuerda, si un perro fuera tu maestro, aprenderías cosas como:
- Cuando tus seres queridos llegan a casa, siempre corre a saludarlos.
- Nunca dejes pasar una oportunidad para ir a pasear.
- Deja que la experiencia del aire fresco y del viento en tu cara sea un éxtasis.
- Dormí la siesta.
- Estírate antes de levantarte.
- Corre, salta y juga todos los días.
- Mejora tu atención y deja que la gente te toque y acaricie.
- Evita morder, un simple gruñido sería suficiente.
- En días de sol, acuéstate de espaldas en el pasto.
- Cuando haga mucho calor, toma mucha agua y recuestate a la sombra de un árbol.
- Cuando estés feliz, baila.
- Deléitate en la alegría simple de una larga caminata.
- Sé leal.
- Nunca pretendas ser algo que no eres.
- Si lo que quierés está enterrado, escarba hasta que lo encuentres.
- Cuando alguien tenga un mal día, quédate en silencio, siéntate cerca y suavemente hazles sentir que estas ahí..
¡DISFRUTA CADA MOMENTO DE CADA DÍA!