Es mi deseo explicar ahora cómo es que la telepatía ha venido desarrollándose como parte de la evolución humana. Deben saber que en un principio, cuando el hombre todavía pertenecía a los reinos inferiores de la naturaleza, cuando aún la evolución no le había proveído de un órgano capaz de expresarse de manera tan clara y con una riqueza de sonidos que hiciera posible la creación de un lenguaje, el hombre se comunicaba mediante gruñidos y movimientos de su cuerpo.
Sin embargo, a la necesidad sigue el desarrollo, es preciso antes tener una necesidad imperiosa de manifestar algo, para que el desarrollo evolutivo pueda manifestarse en cambios morfológicos que den lugar a eso que se necesita. Así pues, la voz fue el resultado lógico y consecuente de la necesidad de expresión de un ser que era más grande que el vehículo que lo portaba.
Sin embargo, el hombre en su ser interior sigue siendo aún más grande que ese vehículo que utiliza en el plano tridimensional. Es por eso que la necesidad de expresión no está aún satisfecha del todo con el lenguaje común que se habla en el planeta.
El espíritu del hombre ha venido presionando a su vehículo terrestre para que desarrolle un mecanismo nuevo de comunicación, y es gracias a este hecho, que la telepatía ha venido desarrollándose mediante la activación de ciertas glándulas que se encuentran en el cerebro. En esta activación se mueven corrientes energéticas que van desde el mundo astral o de las emociones, desde el mundo mental o de las ideas, hasta el vehículo físico, de tal forma que estas corrientes energéticas, van moldeando al que será su futuro cuerpo de manifestación.
- La glándula pineal.
La glándula pineal quien será la responsable de esta comunicación, ha venido cambiando, mutando, a través de las últimas generaciones terrestres, gracias a la presión que están ejerciendo las corrientes energéticas que el espíritu del hombre ha puesto en funcionamiento. Será a través de esta glándula como vaya despertándose ese nuevo mecanismo de expresión humana.
- El lenguaje.
Por otra parte el lenguaje deberá ir cambiando para dar lugar a nuevos términos y vocablos que puedan expresar correctamente las experiencias espirituales, experiencias que van más allá de los términos limitantes del tiempo y espacio, experiencias que tienen que ver con sensaciones aún no conocidas en la Tierra, desde colores, sonidos y aromas, hasta percepciones de realidades distintas de las que normalmente se conocen en estos planos de actividad física.
Una pregunta flota en el ambiente:
¿Cómo poder desarrollar de manera acelerada esta glándula para que así la telepatía pueda ser del dominio público lo antes posible? Y la respuesta es simple. No hay razón para acelerar algo que de por sí ya trae un tiempo para manifestarse.
- Telepatía y desarrollo actual del Ser humano.
Si los hombres tuvieran en este momento el dominio completo de la telepatía ¿que harían?
En primer término los seres humanos están muy poco preparados para conocer la realidad de los pensamientos ajenos. En términos generales, los pensamientos propios de cada persona son totalmente observados de manera consciente por ella misma y si estos mismos pensamientos los fueran a captar otras personas, sería tal su sorpresa y su choque emocional, que seguramente sus actividades se verían seriamente perturbadas afectando sus relaciones con la gente que la rodea.
La realidad interior, la realidad de los pensamientos humanos es algo que no se vive de manera consciente, porque la conciencia del hombre se encuentra deambulando entre diferentes estados, entre diferentes niveles y su mente trabaja hasta cierto punto de manera inconsciente y, podríamos decir, a escondidas de la conciencia.
Sin embargo, en las nuevas generaciones, en los niños que ahora están apareciendo en la Tierra, dichas glándulas vienen con cambios ligeros pero ya perceptibles, que harán posible la manifestación telepática a edades muy tempranas. Así pues, no se asombren si de pronto sus niños empiezan a tener dotes desconocidos en ustedes.
- Necesidad de un nuevo lenguaje.
La telepatía irá siendo del dominio público a medida que la humanidad la vaya necesitando. Por lo pronto, el trabajo continuo sobre un nuevo lenguaje de expresión, sobre nuevos términos, sobre nuevos conceptos, sobre nuevas palabras que nos acerquen a la realidad espiritual, debe ser tarea común y prioritaria para todos ustedes.
Cuando el ser humano se despegó del plano tridimensional e hizo conciencia de sus estados emocionales, inventó palabras tales como felicidad, tristeza, amor y conciencia; palabras que no pueden ser asociadas a cosas objetivas, concretas, que sin embargo dan una idea hasta cierto punto generalizada, de algo que es subjetivo pero común a todos y que forma parte de esa realidad interior espiritual del hombre.
Pero démonos cuenta, que con diez o veinte términos no podremos describir ni comunicar experiencias acerca de un mundo que es infinitamente más vasto que éste tridimensional en que se mueven. Así pues, trabajar en la modificación del lenguajes, en la creación de nuevos mecanismos de expresión, debe ser una tarea constante para todos ustedes.
Por otra parte, no únicamente el hombre está en la búsqueda continua de nuevos mecanismos de comunicación, en el reino animal se vienen desarrollando igualmente estos mecanismos para transformarlos y hacerlos más eficientes en la tarea de la sobrevivencia. Las abejas y los delfines son símbolos inequívocos de la gran complejidad que sus lenguajes o medios de comunicación han logrado alcanzar.
El vuelo de las abejas y la riqueza en sonidos y distintos matices que tienen la voz de los delfines, ha permitido al hombre conocer que no es el único que posee medios de comunicación efectivos.
Sin embargo, no son únicamente estas dos especies las que manifiestan tal complejidad en su mecanismo de comunicación, los hay también en las hormigas, los hay también entre los perros y los gatos, los hay entre las aves, los hay entre los peces, los hay en muchas especies migratorias y entre las mariposas. Cada especie ha desarrollado un cierto mecanismo de comunicación y hemos de encontrar en los próximos años cambios en éstos, tan marcados, que la misma raza humana se maravillará de todo esto que verá acontecer en muy pocos años.
- La nueva tarea
La tarea de este tiempo pide a los iniciados, a los aspirantes y a los discípulos en general, un trabajo muy importante. En estos tiempos es preciso establecer el contacto con el inconsciente colectivo de la humanidad. La telepatía se da en sus primeras etapas, entre el consciente individual y el inconsciente colectivo. Bastan unas cuantas horas de meditación para que el ser empiece a captar las necesidades que privan en este inconsciente colectivo. Es preciso entonces, una vez contactado este inconsciente, sembrarlo de amor, sembrarlo de todas aquellas emociones positivas que puedan equilibrar las energías que actualmente se encuentran en desorden.
La telepatía es pues, un mecanismo de alta utilidad para el momento actual. En principio ese inconsciente colectivo se nutre de todas las emociones y de todos los pensamientos que el conjunto de seres humanos están continuamente emitiendo. Este conglomerado de emociones e ideas forma en sí mismo una gran conciencia y esa conciencia hasta cierto punto, puede dirigir los destinos de la humanidad.
- La gran clave
Sin embargo, el trabajo consciente sobre este gran inconsciente colectivo, puede modificar el comportamiento de la humanidad. Sé lo que estas palabras implican, sé que serán escuchadas por muchos, sé también que en algunas mentes se provocarán reacciones encontradas y las polémicas se harán cada vez más fuertes, sin embargo, la clave del trabajo sobre este inconciente colectivo, puede ser dada a conocer de manera segura en estos momentos.
La decisión de liberar estos conceptos al dominio público fue tomada por la Jerarquía de Maestros y, a través de mi conducto, hoy vamos a revelar este gran secreto que fue anhelado por muchos, en sus tergiversados ideales de dominar a la humanidad para así acelerar su evolución.
La conciencia colectiva ha dado ya el paso que la llevó hasta cruzar el umbral, en donde estos conocimientos pueden ser dados de manera libre y segura para toda la humanidad.
- El trabajo sobre el inconsciente colectivo.
El trabajo sobre este inconsciente colectivo puede ser hecho en tres formas principales:
* Primero, a través de un grupo de individuos que movidos por los más altos ideales, puedan llegar a establecer el contacto con su Yo interior y a través de una regresión en su personalidad, puedan tocar ese Yo esencial que encarnó al momento de su nacimiento. Permaneciendo en ese estado de pureza virginal (hablando en términos de personalidad) les es posible sembrar ciertos ideales en ese inconsciente colectivo,
La siembra debe ser hecha aprovechando las líneas energéticas que cubren al cuerpo energético de la Tierra. El conocimiento de estas líneas energéticas es algo que debe ser descubierto por cada uno de los grupos que pretenda esta tarea, puesto que estas líneas son específicas para los lugares en donde se trabaje.
Así pues, tomando la dirección de esa línea energética y habiendo hecho la regresión, es posible sembrar en la humanidad estos ideales, de manera que puedan llegar a cada uno de los seres humanos a través de su inconsciente y los muevan hacia nuevos estados de libertad, tanto psicológicos como de expresión de la Divinidad.
* El segundo mecanismo a través del cual es posible modificar este inconsciente, es a través de los lugares energéticamente despiertos. Existen alrededor de la Tierra ciertos puntos que desde siempre han sido utilizados como centros de poder, tales como las pirámides y otros centros ceremoniales en donde las líneas de tiempo y espacio se cruzan, para dar lugar a una abertura hacia otra dimensión.
Esos lugares presentan ventajas especiales para que la conciencia humana viaje a través de ellos y pueda sembrar en este inconsciente, los mismos ideales que ya he mencionado.
* Y en tercer término, el trabajo sobre este inconsciente colectivo, puede ser dado a través de una suprema irradiación de Amor. El amor es la fuerza más poderosa que el ser humano maneja, pues el amor combinado de un conjunto tan pequeño como siete seres humanos plenamente conscientes de una misión e irradiando el amor en su más pura expresión, puede producir una abertura energética en cualquier lugar donde se reúnan que haga posible el trabajo sobre este mismo inconsciente colectivo.
Estas tres formas que he mencionado y que varían en grado de complejidad, dependiendo de la naturaleza de las escuelas o grupos que deseen practicarlo, constituyen tres claves de sumo valor, dada la situación actual que priva en la humanidad.
Dejemos pues, que este trabajo se desarrolle en aquellos seres humanos conscientes de su papel como iniciados, discípulos o aspirantes de la Verdad.
Extracto de La conexión Cósmica con las mentes terrestres.
Djwhal Khul
Fuente: http://sanacionnatural.net/la-telepatia-en-la-evolucion-humana-maestro-tibetano-djwhal-khul
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