La existencia, en su máxima expresión, se forja de dos conceptos: lo visible y lo invisible. Lo primero es el caldo de cultivo de la razón, esa que trabaja siempre con lo tangible. Lo segundo, lo invisible, ya no es patrimonio de la cognición. Es precisamente esta parte la más importante de la vida. La invisible.
¿Se ve una promesa? ¿Se ve una vocación? ¿Se ve un compromiso? ¿Es tangible el amor? No, no se ven, ni se pueden tocar. Son acciones y emociones que no están a la vista, y no obstante existen y co-existen en ti.
Lo único que puedes decir que es visible es aquella persona que promete, tiene una vocación o se siente comprometida. El motor que provoca lo tangible no se puede ver. Nunca ha sido visible lo verdaderamente importante.
Platón fue quizá el primero en recordar a sus semejantes la importancia entre lo que podemos ver y lo que no. El filósofo griego sostiene que el “mundo visible” es aquel que se presenta ante nosotros con una “realidad prestada” que se puede mudar, corromperse o morir. En cambio, para el pensador universal, lo invisible es lo verdaderamente existente, pues las ideas (conceptos) permanecen, siempre son en el aqui y ahora.
Hasta tal punto le dio importancia a lo invisible, que en la dualidad materia-forma, a la primera consideró perecedera y la segunda eterna.
Las personas buscan siempre confirmar con la vista aquello que deberían anhelar primero, Y se olvidan de aquello que viene con su ADN y a lo que muchas veces le restan importancia.
Quieren la prueba de existencia antes que provocar en su interior el “clima” que la genere. Unos llaman a esto fe (invisible), otros confianza (invisible). Lo llames como lo llames siempre surgirá de algo que está fuera del alcance de la vista. No obstante, esas mismas personas cometen siempre el mismo error: el camino de los sueños concluye siempre cuando la ruta deja de estar delante de nuestros ojos.
Lo más importante que has hecho en la vida siempre tiene, ha tenido y tendrá su origen en algo invisible: una actitud, una disposición, una motivación… Nada de esto se ve.
Asi que te invito a revisar el cajón de tus "invisibilidades", allí dentro está la solución a lo visible materializado a traves de ti mismo.
Atma-namaste to all♥
Jas Sanz
¿Se ve una promesa? ¿Se ve una vocación? ¿Se ve un compromiso? ¿Es tangible el amor? No, no se ven, ni se pueden tocar. Son acciones y emociones que no están a la vista, y no obstante existen y co-existen en ti.
Lo único que puedes decir que es visible es aquella persona que promete, tiene una vocación o se siente comprometida. El motor que provoca lo tangible no se puede ver. Nunca ha sido visible lo verdaderamente importante.
Platón fue quizá el primero en recordar a sus semejantes la importancia entre lo que podemos ver y lo que no. El filósofo griego sostiene que el “mundo visible” es aquel que se presenta ante nosotros con una “realidad prestada” que se puede mudar, corromperse o morir. En cambio, para el pensador universal, lo invisible es lo verdaderamente existente, pues las ideas (conceptos) permanecen, siempre son en el aqui y ahora.
Hasta tal punto le dio importancia a lo invisible, que en la dualidad materia-forma, a la primera consideró perecedera y la segunda eterna.
Las personas buscan siempre confirmar con la vista aquello que deberían anhelar primero, Y se olvidan de aquello que viene con su ADN y a lo que muchas veces le restan importancia.
Quieren la prueba de existencia antes que provocar en su interior el “clima” que la genere. Unos llaman a esto fe (invisible), otros confianza (invisible). Lo llames como lo llames siempre surgirá de algo que está fuera del alcance de la vista. No obstante, esas mismas personas cometen siempre el mismo error: el camino de los sueños concluye siempre cuando la ruta deja de estar delante de nuestros ojos.
Lo más importante que has hecho en la vida siempre tiene, ha tenido y tendrá su origen en algo invisible: una actitud, una disposición, una motivación… Nada de esto se ve.
Asi que te invito a revisar el cajón de tus "invisibilidades", allí dentro está la solución a lo visible materializado a traves de ti mismo.
Atma-namaste to all♥
Jas Sanz