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viernes, 26 de agosto de 2011

Anécdota de mis vacaciones…


Anécdota de mis vacaciones…
Durante las vacaciones que recientemente pude disfrutar, parte en La Falda y parte en Buenos Aires, sucedió un hecho que podría calificar de negativo si me guiara por el concepto muy difundido de la “inseguridad que reina en todas partes” repetido en los medios, hasta el hartazgo. Pero no me dejo arrastrar totalmente por esa onda negativa (aunque estoy atento en general por aquello del “instinto de conservación”) porque interpreto los hechos que me sucedieron desde una óptica más elevada…que qué quiero significar?

Ahora les cuento
:
Sucedió en pleno centro de Buenos Aires, en el subte, en una hora, que si bien no era “pico”, había muchísima gente en el andén y al subir, acompañado de mi hija e hijo, entre los empujones y al terminar de cerrarse las puertas del vagón, sentí un leve movimiento de mi campera a lo que inmediatamente manoteé mi bolsillo donde tenía el celular, pero ante la duda, palpe el bolsillo de atrás donde tenía la billetera y zasssssss!!! ¡¡¡Me la habían sacado!!!

Ya en casa de mi hija, buscamos los teléfonos de tarjetas de banco, crédito para bloquearlas y así ir instalando la resignación de lo que vendría en trámites para sacar nuevo DNI, tarjetas del banco, etc. Pero como esa es la reacción instintiva, puse de lado un poco lo cerebral e intenté invocar una Bendición para el humano que hizo lo relatado y lo reforcé con un
Ho oponopono.

Muchos se preguntarán ¿Por qué? O ¿Cómo se te ocurre? O comentarios parecidos a: Ese h de p hay que meterlo preso….. Y así sucesivamente. Pero éste hecho me dejó asombrado por lo que sigue del relato.

A la mañana siguiente, antes del mediodía, recibo una llamada en el celular, de un Sr. Ernesto quién se identifica como “Ciruja” o “Cartonero” quien me dice que encontró mi billetera en un tacho de basura…A esta altura comento con mis hijos: ¡Creer o reventar!
Convenimos con Ernesto una hora apropiada y lugar para encontrarnos cerca mismo donde vive mi hija y allí fuimos con mi hijo de “guardaespaldas” jajaja (Pensaba: Toda una novela de las que se ven en TV no? jajaja ) Efectivamente a la hora señalada, apareció un señor de edad algo avanzada y después del saludo, me entregó la billetera sin haber siquiera comentado ni exigido recompensa alguna. Le entrego un billete de cien pesos a lo que el responde un enfático y algo asombrado ¡Gracias y que Dios lo bendiga! Para acto seguido, despedirnos e irse por donde vino.

Se preguntan ¿Y…?

Se pueden sacar dos conclusiones en mi humilde opinión a saber:
1º - (La más oscura) Hay carteristas que trabajan en grupo y además de sacar el dinero que encuentren en la cartera, billetera, si hay forma de comunicarse con el damnificado, saben que recibirán alguna “recompensa” por devolverla…(Negocio productivo!) Un detalle agrego: Antes del viaje hacia mis vacaciones, le había pegado una etiqueta en el reverso del DNI con el número de teléfono celular para casos de extravío y/o hurto como el que cuento aquí.

2º - (La que me “cuadra” mejor y más “luminosa”) Cuando pude apartar la reacción instintiva de “queja automática” a la que estamos demasiado apegados e intenté una bendición + un Ho oponopono, percibí un estado de paz que un poco me llamó la atención, como una despreocupación por lo que había sucedido y una idea de todo sucede por algo! Que ya a estas alturas casi, casi nunca me abandona. Es una percepción de que las cosas están en su justo lugar y no hay que preocuparse después que ya nos hemos “ocupado” del asunto. Otra idea que ronda mi mente+corazón, es que “Los ángeles existen”…saquen sus propias conclusiones.

Ahora me pregunto y les pregunto: Les sirvió el relato de mi experiencia que es una más de tantas, para dar al menos un pequeño paso hacia la comprensión sobre el manejo de las Herramientas Espirituales y su efectividad, pero más allá de esa comprensión, su APLICACIÓN en el minuto a minuto de la vida diaria?

Bueno, hasta aquí me trajo el río!!! Solo quise compartir una experiencia vivida y el modo en que me gusta “ver” las cosas, aun las que no sean agradables y una sugerencia implícita del modo más “productivo”, “proactivo” de afrontarlo y quedarse tranquilos mientras el Universo hace su parte…
Abrazo de Luz!!! Tom
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