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lunes, 25 de enero de 2016

Resiliencia: Los 12 hábitos de las personas resilientes


A veces la vida nos pone a prueba, nos plantea situaciones que superan nuestras capacidades: una enfermedad, una ruptura de pareja particularmente dolorosa, la muerte de un ser querido, el fracaso de un sueño largamente anhelado, problemas económicos… Existen diferentes circunstancias que nos pueden llevar al límite y hacer que nos cuestionemos si tenemos la fuerza y la voluntad necesarias para continuar adelante. En este punto tenemos dos opciones: dejarnos vencer y sentir que hemos fracasado o sobreponernos y salir fortalecidos, apostar por la resiliencia.

Resiliencia: definición y significado

La resiliencia es una capacidad que nos permite afrontar las crisis o situaciones potencialmente traumáticas y salir fortalecidos de ellas. La resiliencia implica reestructurar nuestros recursos psicológicos en función de las nuevas circunstancias y de nuestras necesidades. De esta manera, las personas resilientes no solo son capaces de sobreponerse a las adversidades que les ha tocado vivir, sino que van un paso más allá y utilizan esas situaciones para crecer y desarrollar al máximo su potencial.
Para las personas resilientes no existe una vida dura, sino momentos difíciles. Y no se trata de una simple disquisición terminológica, sino de una manera diferente y más optimista de ver el mundo ya que son conscientes de que después de la tormenta llega la calma. De hecho, estas personas a menudo sorprenden por su buen humor y nos hacen preguntarnos cómo es posible que, después de todo lo que han pasado, puedan afrontar la vida con una sonrisa en los labios.

La práctica de la resiliencia: ¿Cómo podemos ser más resilientes?

La resiliencia no es una cualidad innata, no está impresa en nuestros genes, aunque sí puede haber una tendencia genética que puede predisponer a tener un “buen carácter”. La resiliencia es algo que todos  podemos desarrollar a lo largo de la vida. Hay personas que son resilientes porque han tenido en sus padres o en alguien cercano un modelo de resiliencia a seguir, mientras que otras han encontrado el camino por sí solas. Esto nos indica que todos podemos ser resilientes, siempre y cuando cambiemos algunos de nuestros hábitos y creencias.
De hecho, las personas resilientes no nacen, se hacen, lo cual significa que han tenido que luchar contra situaciones adversas o que han probado varias veces el sabor del fracaso y no se han dado por vencidas. Al encontrarse al borde del abismo, han dado lo mejor de sí y han desarrollado las habilidades necesarias para enfrentar los diferentes retos de la vida.

¿Qué caracteriza a una persona resiliente?

Las personas que practican la resiliencia:
  1. Son conscientes de sus potencialidades y limitaciones. El autoconocimiento es un arma muy poderosa para enfrentar las adversidades y los retos, y las personas resilientes saben usarla a su favor. Estas personas saben cuáles son sus principales fortalezas y habilidades, así como sus limitaciones y defectos. De esta manera pueden trazarse metas más objetivas que no solo tienen en cuenta sus necesidades y sueños, sino también los recursos de los que disponen para conseguirlas.
  2. Son creativas. La persona con una alta capacidad de resiliencia no se limita a intentar pegar el jarrón roto, es consciente de que ya nunca a volverá a ser el mismo. El resiliente hará un mosaico con los trozos rotos, y transformará su experiencia dolorosa en algo bello o útil. De lo vil, saca lo precioso.
  3. Confían en sus capacidades. Al ser conscientes de sus potencialidades y limitaciones, las personas resilientes confían en lo que son capaces de hacer. Si algo les caracteriza es que no pierden de vista sus objetivos y se sienten seguras de lo que pueden lograr. No obstante, también reconocen la importancia del trabajo en equipo y no se encierran en sí mismas, sino que saben cuándo es necesario pedir ayuda.
  4. Asumen las dificultades como una oportunidad para aprender. A lo largo de la vida enfrentamos muchas situaciones dolorosas que nos desmotivan, pero las personas resilientes son capaces de ver más allá de esos momentos y no desfallecen. Estas personas asumen las crisis como una oportunidad para generar un cambio, para aprender y crecer. Saben que esos momentos no serán eternos y que su futuro dependerá de la manera en que reaccionen. Cuando se enfrentan a una adversidad se preguntan: ¿qué puedo aprender yo de esto?
  5. Practican el mindfulness o conciencia plena. Aún sin ser conscientes de esta práctica milenaria, las personas resilientes tienen el hábito de estar plenamente presentes, de vivir en el aquí y ahora y de tienen una gran capacidad de aceptación. Para estas personas el pasado forma parte del ayer y no es una fuente de culpabilidad y zozobra mientras que el futuro no les aturde con su cuota de incertidumbre y preocupaciones. Son capaces de aceptar las experiencias tal y como se presentan e intentan sacarles el mayor provecho. Disfrutan de los pequeños detalles y no han perdido su capacidad para asombrarse ante la vida.
  6. Ven la vida con objetividad, pero siempre a través de un prisma optimista. Las personas resilientes son muy objetivas, saben cuáles son sus potencialidades, los recursos que tienen a su alcance y sus metas, pero eso no implica que no sean optimistas. Al ser conscientes de que nada es completamente positivo ni negativo, se esfuerzan por centrarse en los aspectos positivos y disfrutan de los retos. Estas personas desarrollan un optimismo realista, también llamado optimalismo, y están convencidas de que por muy oscura que se presente su jornada, el día siguiente puede ser mejor.
  7. Se rodean de personas que tienen una actitud positiva. Las personas que practican la resiliencia saben cultivar sus amistades, por lo que generalmente se rodean de personas que mantienen una actitud positiva ante la vida y evitan a aquellos que se comportan como vampiros emocionales. De esta forma, logran crear una sólida red de apoyo que les puede sostener en los momentos más difíciles.
  8. No intentan controlar las situaciones. Una de las principales fuentes de tensiones y estrés es el deseo de querer controlar todos los aspectos de nuestra vida. Por eso, cuando algo se nos escapa de entre las manos, nos sentimos culpables e inseguros. Sin embargo, las personas resilientes saben que es imposible controlar todas las situaciones, han aprendido a lidiar con la incertidumbre y se sienten cómodos aunque no tengan el control.
  9. Son flexibles ante los cambios. A pesar de que las personas resilientes tienen una autoimagen muy clara y saben perfectamente qué quieren lograr, también tienen la suficiente flexibilidad como para adaptar sus planes y cambiar sus metas cuando es necesario. Estas personas no se cierran al cambio y siempre están dispuestas a valorar diferentes alternativas, sin aferrarse obsesivamente a sus planes iniciales o a una única solución.
  10. Son tenaces en sus propósitos. El hecho de que las personas resilientes sean flexibles no implica que renuncien a sus metas, al contrario, si algo las distingue es su perseverancia y su capacidad de lucha. La diferencia estriba en que no luchan contra molinos de viento, sino que aprovechan el sentido de la corriente y fluyen con ella. Estas personas tienen una motivación intrínseca que les ayuda a mantenerse firmes y luchar por lo que se proponen.
  11. Enfrentan la adversidad con humor. Una de las características esenciales de las personas resilientes es su sentido del humor, son capaces de reírse de la adversidad y sacar una broma de sus desdichas. La risa es su mejor aliada porque les ayuda a mantenerse optimistas y, sobre todo, les permite enfocarse en los aspectos positivos de las situaciones.
  12. Buscan la ayuda de los demás y el apoyo social. Cuando las personas resilientes pasan por un suceso potencialmente traumático su primer objetivo es superarlo, para ello, son conscientes de la importancia del apoyo social y no dudan en buscar ayuda profesional cuando lo necesitan.

La resiliencia en los niños

Si queremos que nuestros hijos afronten las dificultades de la vida con fortaleza es importanteeducarles en la capacidad de ser resilientes, para ello es fundamental nuestro ejemplo, no sobreprotegerles y sobre todo creer en ellos. No se trata de evitar que se caigan, sino de enseñarles a levantarse, y para ello tenemos que confiar en que ellos pueden. Por supuesto, tampoco se trata de exponerles a peligros o ambientes agresivos “para que se hagan más fuertes”, afortunadamente no estamos en Esparta. Aportar seguridad y protección es necesario. Algo importante que podemos preguntarles a los niños cuando tienen un contratiempo si queremos que aprendan a desarrollar la resiliencia es ¿qué puedes aprender de esto? o ¿qué puedes sacar bueno de esto que ha ocurrido?

domingo, 24 de enero de 2016

IMANES TERAPÊUTICOS - El “OMBLIGO”

Muy interesante y mi planteo es con respecto a las mujeres en especial, que colocan un “Piercing” en su ombligo? Leí en algún momento sobre dificultades que pueden tener para su embarazo por alterar energéticamente sus sistemas reproductores y ahora veo que trasciende aún más, hacia órganos posiblemente.
Abrazo de Luz !!! Thom 
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El “OMBLIGO” :
Llamado tambièn ” GEN ” : es el Lugar de ” REGENERACIÒN CELULAR ” –
LA IMPORTANCIA DEL OMBLIGO COMO PUNTO BIOENERGETICO en los tratamientos con imanes :
— El ombligo es nuestra génesis y nuestro principio.
— Durante nuestra permanencia en el vientre materno fue a través de él por donde recibimos la energía y la alimentación para poder vivir en la condición de feto..
— Al momento de nacer, al cortar el cordón umbilical, se termina la conexión física con la madre……..
PERO :
– El centro del ombligo sigue desempeñando su función nutricia en un plano màs SUTIL (energético), DURANTE TODA LA VIDA.-
– Es un punto mediante el cual, y con la terapia adecuada con IMANES TERAPÊUTICOS, podremos transformar la energía generatriz distorsionada.
– Es, de allí en adelante, el área que recolecta la energía del cosmos.
-Su importancia, como punto energético del cuerpo relacionado con el manejo de la energía ancestral, es innegable.- Así es considerado por numerosas tradiciones médicas y esotéricas..
– En la medicina tradicional china (MTC), se habla del Dan Tian como ubicado en el ombligo, en donde reside el Yin y el Yang, considerado como el mar de esencia y como la puerta de la vida.-
– En el ombligo, un poco hacia adentro, hay un punto de luz muy brillante, como un diamante o una estrella, que está en el centro del ser.
– Es el punto donde se conserva la memoria de la energía de nuestra primera célula.
– Este punto contiene la energía de nuestra alma, los patrones de la personalidad, es decir, el holograma de nuestra vida.
– Este punto bioenergético es un centro de REGENERACIÔN , de transformación y acumulación de energía.
– En mal estado energético nos puede llevar a muchas DIFICULTADES , sobre todo cuando esta cicatriz adquiere el comportamiento igual al de un punto de interferencia FÎSICA y EMOCIONAL.-
– Cuando el ombligo se porta como un punto de interferencia , es cuando màs nos indica la existencia de problemas que vienen de todo el proceso de gestación, o relacionados con la propia genética de la persona. Es por consiguiente un PUNTO BIOENERGÊTICO especial para el tratamiento de ENFERMEDADES .-
– Después de la concepción el embrión comienza a dividirse inmediatamente y pronto se adhiere a la pared del útero. Crece el cordón umbilical por el que se alimenta el feto. El punto donde el cordón umbilical está unido al bebé es el OMBLIGO .
– IMPORTANTE : mientras el feto se encuentra todavía en el útero materno, la energía entra al ombligo por el cordón umbilical. Luego circula por el riñón izquierdo, después por el riñón derecho, desciende hasta el centro sexual y el perineo y sube por la columna hasta la cabeza. Luego desciende por la lengua y regresa al ombligo.
– Este trayecto circular constituye la Orbita Microcósmica que armoniza la energía Yin y Yang del feto.
– El feto se alimenta con la energía umbilical y elimina los desechos por el ombligo. Después del nacimiento, mientras el niño crece, el cuerpo sigue enviando toxinas a la zona umbilical.
– El centro umbilical equilibra todas las fuerzas y es el centro de gravedad física. El cuerpo se mueve alrededor de este centro al sentarse, ponerse de pie o practicar un movimiento.
-El centro umbilical transforma las energías del plano humano en energía vital beneficiosa y fundamental para el cuerpo.
– El OMBLIGO (gen( , es el lugar donde transformar, almacenar y recibir las energías externas. En esta región NO debe haber congestiones ni TENSIONES para que la energía pueda circular hacia dentro y hacia fuera sin dificultades.
– Si hay algún problema con la energía del ombligo , por ejemplo bloqueos, estancamientos o un vacío de energía, es probable que no haya energía suficiente para NUTRIR correctamente a los ÔRGANOS y SISTEMAS.
– Si en nuestro CHEQUEO ESPECIAL detectamos alguna irregularidad en la energía de este punto, debemos investigar a que órgano está afectando y proceder a la terapia correcta con IMANES TERAPÊUTICOS.-
– Para REPARAR esta energía aplicamos en las sesiones , ” campos magnèticos ” con imanes especiales en el ombligo.-
– Las toxinas se liberan por las energías disonantes del ombligo como punto de interferencia .
Fuente : Imanes Mar del Plata
Fuente : Lic. JOAQUIN LORA.-
IMPORTANTE :
ESTA INFORMACIÓN NO ES, NI SUSTITUYE EN NINGÚN CASO LA CONSULTA, TRATAMIENTO O DIAGNÓSTICO MÊDICO.-