La co-creación
Amigos, ha llegado la hora de aprender a ser los maestros de vosotros mismos y de vuestros pensamientos. Tú, y tú, y tú… eres el pilar del nuevo mundo, uno de los pilares imprescindibles de esa humanidad que ya quiere salir de su confortable cárcel. Deja de orar, deja de pedir, deja de delegarnos los cambios a nosotros. Tú eres quien crea. En la oración, en el fondo de ella, hay una negación. Todo ruego a otras esferas supuestamente superiores a la tuya, contiene y conlleva la negación de tu ser creador. Cuando pides que se arregle un asunto, estas diciendo que tú no eres capaz de cambiarlo, estás anulando tu espíritu, tu fuego, tu chispa divina, tu libertad. Al orar, niegas tu poder de crear, niegas tu luz, anulas tu fuerza. La mayor parte de oraciones, desde el punto de vista energético, que no moralista, muestran una falta de responsabilidad. Pides a otros seres, no importa el nombre ni el color, que se hagan responsables de tu vida y de tus circunstancias. Responsabilízate de cada cosa que ocurra en tu vida y busca la manera de crear la circunstancia adecuada. Cada uno somos un pedazo de ese dios creador de todas las cosas. Tú no eres distinto; ni inferior. Cada uno es responsable de su vida y de todo lo que crea a su alrededor. Dirige y enfoca la fuerza divina en ti. Utiliza tu poder ahora. No delegues más a otros tu andar. Incluso si quieres orar por alguien, envíale a ese alguien la fuerza sanadora que pides para él.
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