Juan regresa a El Lector Alternativo Opina con una valiosa reflexión sobre la importancia derecuperar ritos antiguos con su verdadero significado, y empieza por el acto de bendecir los alimentos , algo habitual hasta hace una generación pero anecdótico en nuestra des-sacralizada sociedad.
La gratitud es una de las energías más importantes, transformadoras y mágicas. El hecho de agradecer nuestra comida con sinceridad nos permite tomar conciencia de nuestra calidad de vida e incorporar esta vibración en el día a día, y así, poco a poco, mejorar el mundo:
BENDECIR LOS ALIMENTOS O RITOS QUE SI IMPORTANVivimos una época de contrastes en todos los sentidos: los extremos conviven en nuestro mundo de una forma que se nos muestra más acusada precisamente porque estamos en una sociedad globalizada.Por un lado nos encontramos, en lo que para mí es un preludio de lo que vendrá seguramente hacia el 2012, en una crisis económica sin precedentes recientes… en el primer mundo, claro. En el tercero yo creo que han estado en crisis desde siempre. Pero, al mismo tiempo, aceptamos que tipos que pegan patadas a un balón ganen en un año cantidades indecentes de dinero. Y lo aceptamos sin nada más que una protesta de salón en el mejor de los casos…Ha habido revoluciones por indecencias menores, la historia está ahí para demostrarlo. Evidentemente, lo de los sueldos de los futbolistas no es más que un reflejo de la sociedad en que vivimos, donde se le dan demasiada importancia a conceptos absolutamente equivocados.El concepto “entretenimiento” tiene mucha más importancia que el de “justicia social”, por ejemplo: así nos va…¿Cómo podríamos empezar a cambiar esto? Iniciativas como éste magnífico blog son una de ellas, desde luego. Pero lo que a mí me parece básico es CAMBIAR LAS PRIORIDADES. Darle importancia a las cosas que realmente las tienen. Y una buena forma es recuperar ritos antiguos con su verdadero significado.Hay una costumbre que siempre me pareció absurda y ridícula: BENDECIR LA MESA antes de empezar a comer. Recuerdo que cuando era joven y alguno de mis mayores lo hacían me parecía una costumbre retrógrada, digna de otros tiempos: no era “moderno”.Luego crecí… en todos los sentidos. Me dí cuenta de la importancia de dar las gracias todos los día por la comida que tenemos en la mesa: valorar lo que ha costado recolectar el trigo con el que está hecho nuestro pan, las lechugas de nuestra ensalada… Y no solamente eso, sino recordar que hay mucha gente que no tiene la inmensa suerte que tenemos nosotros de poder comer un plato de comida todos los días rodeado de gente que te quiere. Hemos olvidado la importancia de dar las gracias. De darnos cuenta de lo afortunados que somos… y de que deberíamos compartir esa suerte, en vez de quejarnos por cosas muchas veces sin importancia.Os contaré algo. Hace poco mi mujer, mi hija y yo nos quedamos a comer en casa de unos amigos. Hablando de la pasta con tomate que estaban comiendo, esta pareja de amigos míos comentaron que a su hija era complicado darle de comer, porque había muchas cosas que no le gustaban. Mi hija de ocho años que estaba comiendo al lado nuestro se dio la vuelta y dijo:“A mí, mi papá me dice que la comida que se pone en la mesa es sagrada”Y siguió comiendo.Os puedo asegurar que el orgullo que sentí en aquel momento fue muy superior al que pude experimentar con cualquier calificación de notas del colegio, por ejemplo.Porque no hay nada más sagrado que la suerte de poder comer todos los días con gente que te ama. Si solamente hemos logrado que ella interiorice eso… estamos en el buen camino.Un abrazo a todos, amig@s
Juan
En El Blog Alternativo: Otros artículos de JuanFoto: Luis Meléndez en Museo Nacional del Prado
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