Para tener un presente pleno, es preciso devolverle a nuestro niño interno la alegría del vivir… el que se sienta amado de manera incondicional… Es preciso brindarle la libertad para experimentarse en lo que desea probar… Sin prejuicios y condicionamientos… Sin regaños o manipulación por medio de la culpa… Sin imposiciones o descalificación… Sin prohibiciones o desvalorización… Esto significa que podemos comenzar por fomentar un completo respeto hacia nuestro sentir, hacia nuestras inclinaciones y preferencias constructivas, y si no fuese así, aun en estos casos, respetarnos en tanto no causemos daño con nuestro comportamiento a otros … Ello significa entonces el evitar reprimirnos… el tratar de no valorizarnos, compararnos e imponernos algo por sentirnos atrapados… Se trata del permitirnos seguir nuestra alegría y pasión, alejándonos de la victimización y auto frustración
¿Saben cómo darse cuenta si aman vuestro niño interno de manera incondicional?...
¿Saben de algunas señales que les puedan guiar?
Quizás cuando se sientan en paz ciertamente… Pero esta situación no es una garantía de que permanezcan así por mucho tiempo, puede presentarse alguien en los siguientes minutos y decirles algo realmente desagradable que suscite una reacción de indignación y enojo que a su vez activa una secuela de más emociones debilitantes, como el temor y la preocupación. Entonces no confundan un estado de paz y relajación en donde se mantienen tranquilos, en tanto nada les desafié, por ese otro estado de paz interna derivado de un equilibrio emocional real.
¿Qué es entonces un estado de amor y paz?... Ciertamente es un sentimiento de comprensión profunda, de aceptación y reconciliación con algún aspecto o parte de su personalidad que les lleva a sentir una integración y unidad con todo lo que les rodea.
¿Y cuáles son sus partes por atender?... En este sentido, existe una gran ceguera por parte de ustedes, no las saben identificar, poco han aprendido al respecto… ¿Entonces como podrían hacerse conscientes de ello?… Les mostraremos un camino sencillo… Pongan su atención en todo aquello que les molesta de otros y de ustedes mismos.
Se ha extendido en su sociedad la creencia de que aquello que le sucede a otros y les molesta, no les corresponde, ni compromete… de tal suerte que se sienten libres para juzgar y son expertos en apreciar los errores de su vecino… quizás porque sea poco atento, descortés, sin educación o mandón… quizás sea desorganizado, descuidado y sucio… o poco agradecido, un creído e impaciente que piensa que el mundo gira a su alrededor y le deben servir… a lo mejor es un sabelotodo y ser maravilla donde solo él puede hacer las cosas bien… puede ser que les moleste que sea impositivo o quejoso, superficial o hable golpeado… un pesimista o amargado… escandaloso o desconsiderado, irrespetuoso o inmoral… inmaduro o insensible… poco perceptivo y detallista… La lista podemos hacerla muy larga, pero solo se trata de darles unos ejemplos de aquello que pueden reconocer fácilmente en otros pero no ver en ustedes... Aprender a retroalimentarse, para hacerse más conscientes del porque les molesta algo y cuál es su origen, es el propósito de esta reflexión.
Existe un proceso psicológico al que le llamaremos “El Punto Ciego de Vuestra Personalidad”… Con el fin de que se den cuenta, cuando se encuentran en esta situación, les brindaremos una explicación lo mas llana posible.
El punto ciego es un proceso mental que alimenta la psicología del auto engaño, donde se sostienen creencias debilitantes y auto frustrantes… Les invitamos considerar y hacer una lista de todo aquello que les molesta y de quienes proviene… por favor háganlo… anoten lo que les viene en un lapso de un par de minutos… Seguramente entre lo que respondieron se encuentra la frase… “No me gusta su forma de ser o de tratarme”… Interesante respuesta… Ahora pongan atención en la energía que conlleva su reacción… ¿Se dan cuenta de cuanta desaprobación y control ejercen sobre otros?... Su actitud agrede aunque traten de encubrirla con cortesía… En el fondo, ustedes no soportan a esa otra persona cuando se comporta de cierta manera… es intimidante la energía que emiten y ellos se dan cuenta a nivel extrasensorial aunque traten de evitarlo.
¿Se han preguntado por qué son así?... Su niño tiene la respuesta… ¿Cuántas veces fueron tratados sin consideración por otros en su niñez?... ¿Cuántas veces fueron agredidos con desaprobación y descalificación?... ¿Cuántas veces no se sintieron amados, apreciados y tomados en cuenta?... Probablemente muchas… pero como ya paso bastante tiempo, pareciera que ustedes lo olvidaron… Sin embargo una parte de su ser no se ha podido recuperar de esos traumas, viven resentidos… es decir, con un profundo enojo reprimido por todo el maltrato recibido, por toda la falta de consideración y comprensión hacia su sentir.
Esta situación ha generado en su niño interno una fuerte carga emocional irresuelta, ésta a su vez se enterró en su psique hasta volverse invisible e inconscientes de ella… A esto le llamamos el punto ciego de vuestra personalidad… "Esta energía, por seguir presente, les vuelve sensibles e irritables hacia la forma de ser de otros"… Ustedes podrán apreciar que en determinadas situaciones son fáciles de ofender, y hay que tratarlos con cuidado o se desbordan arrasando con lo que tengan enfrente, aunque después lo lamenten… Se han vuelto controladores y demandantes... y ello se refleja en cómo se conducen en su familia, trabajo o vida social… Les gusta imponer su visión del mundo disfrazada de buenas intenciones hacia los demás, y se dicen trabajar por su bien… También son propensos a ejercer la manipulación psicológica por medio de la descalificación y la crítica para someter a otros a su voluntad… Todo ello se disfraza con reglas de convivencia y conveniencia razonables para ustedes, sin embargo no fueron sometidas a un conceso entre las partes involucradas… En el fondo, no tienen consideración por el sentir de quienes les rodean, tampoco les interesa lo que piensen, ni desean escucharles realmente para tomarles en cuenta, su opinión vale poco... ustedes son los que mandan y para justificarse se autodenominaron los guardianes de cierta moral y los principios que se deben respetar.
Por lo tanto no saben participar y dar oportunidad para que otros se desarrollen libremente… Les desafía que alguien les lleve la contraria o camine por otra dirección… Se han convertido en aquello que les traumatizo… Ahora son los nuevos adultos que agreden a los niños internos de otros… o quizás al niño de ustedes mismos... Han traído a su presente la energía de incomprensión de sus tutores, y la siguen recreando de diversas formas y también expandiendo en sus relaciones… Ustedes continúan repitiendo los mismos errores y se han vuelto en una parte activa del problema que los lastimo... Se volvieron sensibles e irritables hacia la forma de ser de otros, son impacientes e intolerantes en la medida que fueron desaprobados y lastimados... Existe un niño dentro de ustedes que desea venganza... ello puede asumir actitudes insospechadas y de cuidado hacia otros... El resentimiento los lleva a la impulsividad emocional y después a la culpa... finalmente siguen recreando más energía de desaprobación hacia ustedes mismos... Se dicen... no es suficiente, estoy mal, soy una decepción, estoy negado, no valgo nada realmente, me falta mucho... Ustedes internalizaron la energía de rechazo de sus orígenes para convertirse ahora en los nuevos portadores.
¿Cuáles son las consecuencias de este estado mental disfuncional?
Al encontrarse sumergidos en el punto ciego de vuestra personalidad, están verdaderamente imposibilitados para ejercer cambios reales en su vida… Esto sucede porque se sienten como unas victimas desposeídas del derecho para ser felices… sin poder real y opciones… se sienten abandonados y limitados… confinados y atrapados a tener que soportar una serie de situaciones que no les agradan… Todo ello sigue alimentando esa carga emocional de enojo reprimido que puede derivar en estrés, tristeza, apatía o depresión… y ya que siguen recreando e interpretando lo que les sucede desde el punto ciego de vuestra personalidad, su sociedad les sigue retratando como víctimas de su familia y la educación, de las circunstancias sociales, del karma y la genética… de un plan divino o la voluntad de un dios… y hasta de formas de existencia extraterrestre o astral.
Vemos que tienen muchas razones para estar molestos y les entendemos… sin embargo… “Si tan solo reconocieran que son la parte activa del problema que les afecta”… Su vida daría un giro increíble, alentador y estimulante… Ustedes, al recuperar su niño interno se conectan con la alegría del vivir y estar, de experimentarse y ser.
¿Ustedes creen que ya comprendieron el origen de sus bloqueos emocionales?... ¿De su descontento y frustración?... ¿De su malestar e irritabilidad?... ¿De su intolerancia y enfermedad?... ¿De su falta de auto estima y temor?
Percibimos que no queridos… siguen extraviados en el punto ciego de la energía emocional de su niña(o) interno… Por ello se ven expuestos una y otra vez a situaciones y personas que les desafían e incomodan. La retribución mental los retrata como victimas… es un engaño psicológico porque sus bloqueos emocionales obedecen a postulados energéticos basados en la ley de la atracción, es decir… que todo aquello que les moleste, les corresponde y pertenece… Es una parte de ustedes, es una proyección o reflejo de vuestra propia energía traumatizada… y aunque no lo puedan ver por ahora… Se encuentran encerrados en vuestra propia prisión mental.
Ari Shemoth
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