El artículo pertenece a Angel Marín Tejero (Psicólogo Clínico) quien aborda el tema del maltrato verbal enume
rando algunas situaciones, actitudes, hechos, etc., por medio de los cuales se puede destruir a una persona.
No lo hace -según él mismo aclara- con el ánimo de crear un manual para torturadores o terroristas psicológicos, sino para ayudar a identificar algunas situaciones perniciosas en las que podemos vernos metidos, ya sea como espectadores o participantes, como víctima o como verdugo inconsciente, como ejecutor de violencia de género masculino o femenino, de tan lamentable actualidad.
Para abordar un tema tan delicado y cruel, que puede y de hecho esta haciendo sufrir a muchas personas, el autor manifiesta haberse posicionado del lado del humor, un poco negro, pero humor al fin y al cabo.
En los "consejos" que se refieren mas adelante -de los cuales no pondré todos sino algunos- el autor se dirige al verdugo, como animándole a que sea más eficaz en sus atrocidades y así, llevándolo al extremo, de manera que queden en mayor evidencia sus mecanismos destructivos, para que una vez patentes, sean más fáciles de reconocer tanto para él mismo como para su víctima y ambos puedan ponerse a trabajar en el camino de la eliminación de tales comportamientos.
Pone en primer lugar el que considera "la joya de la corona"(habla el verdugo):
** ¡¡¡ Tú te callas !!! **
Consejos al verdugo.-
No haga nunca aprecio de ninguna virtud patente del otro.
No mencione ni dé lugar a que se hable de los problemas del otro, usted siempre tendrá muchos más.
Desprecie y menoscabe siempre cualquier opinión, acción o idea del otro.
Jamás tenga tiempo para escuchar a su victima. Usted esta siempre muy ocupado.
Si alguna vez se ve entre la espada y la pared y su víctima osa empezar a contarle sus problemas, contraataque, cuéntele los suyos y procure que le quede claro que los de él son una tontería.
Si su víctima osa acusarle de algo porque le haya pillado desprevenido, contraataque inmediatamente y acúsele de lo que sea, venga o no venga a cuento, sea real o imaginado, actual o pasado, sea cierto o no, pero jamás calle y, sobre todo, diga usted siempre la última palabra.
Menospréciele con regularidad, tanto en su físico, como en sus acciones, capacidades, aptitudes, actitudes, ideas, gestos. Todo puede ser útil como arma arrojadiza, incluso lo que el infeliz hubiera pensado que era bueno y valorable.
Compárelo con otros siempre de forma peyorativa.
Si descubre algún complejo o sentimiento de inferioridad, cébese en ello para resaltárselo hasta que se convierta en humillación.
Ataque todos los frentes. Su familia, su trabajo, sus amigos, su perro... Todo lo suyo es inequívocamente malo y despreciable.
Si alguna vez su víctima le gimotea debido a su manifiesta debilidad, aparente un poco de compasión para que no huya del todo, e inmediatamente vuelva a la carga.
Destruya sus objetos personales, cualquier cosa que pudiera servirle de apoyo para crearse una identidad, ya fuera real o ficticia.
Delante de él haga alarde de ostentación, de lo bien que le va la vida, sobre todo cuanto más hundido esté él.
No dude en recurrir al llanto o al chantaje emocional con tal de doblegar su voluntad. Lo importante es que usted se salga con la suya. El método es lo de menos.
Cárguelo de expectativas, hágale sentir lo importantes que son para usted y como se frustrará si no las realiza.
No reflexione nunca, eso podría ser visto como un signo de debilidad que usted, Ser del Centro Universal, no se puede permitir.
Si su víctima obtiene algún triunfo que usted no haya podido evitar, aluda a su suerte, jamás a su mérito.
Acósele con sus críticas y exigencias. No permita que se relaje.
Si todavía se resiste, acuda a los insultos, primero a los genéricos, ya sabe... "eres un tal ... eres un cual.." y, si es insuficiente use la información íntima que tenga sobre él ... "no me extraña que no tengas amigos", ... "fallas más que una escopeta de feria"... Aproveche todo lo que le pueda hacer daño. A estas alturas usted ya es un maestro.
Hágale sentir culpable por cualquier intento de independencia. Cúlpele de abandono.
Dígale que es igual que la peor persona que conozca.
Exija obediencia ciega y para conseguirla use conceptos como vergüenza, deshonor, etc.
Desprecie su mundo de valores siempre que pueda y hágale ver que los suyos son los verdaderos. No admita réplica.
Critíquele sus sentimientos, sean positivos o negativos.
Angel Marín Tejero cita en realidad 73 puntos en su artículo, y en los párrafos finales agrega: "Sin duda habrá más ítems que éstos y más de sus posibles variaciones, pero la esencia de la destrucción es siempre la misma, negar el pan y la sal de la existencia psíquica, negar el reconocimiento de la existencia y el derecho al mismo de la persona. El beneficio que se obtiene de esto deriva del posicionamiento, aunque sea ficticio, por encima del otro para poder sentirse comparativamente mejor.
Estas relaciones víctima - verdugo, se dan entre personas que están físicamente cercanas, ya sean padres e hijos, cónyuges, hermanos o compañeros de trabajo. Cuando la destrucción de la autoestima se busca en compañeros de trabajo estamos ante el mobbing y cuando se busca en un compañero de escuela lo llamamos buling."
Para DESPERTAR, TENER EN CUENTA y sobre todo... EVITAR!!!
No lo hace -según él mismo aclara- con el ánimo de crear un manual para torturadores o terroristas psicológicos, sino para ayudar a identificar algunas situaciones perniciosas en las que podemos vernos metidos, ya sea como espectadores o participantes, como víctima o como verdugo inconsciente, como ejecutor de violencia de género masculino o femenino, de tan lamentable actualidad.
Para abordar un tema tan delicado y cruel, que puede y de hecho esta haciendo sufrir a muchas personas, el autor manifiesta haberse posicionado del lado del humor, un poco negro, pero humor al fin y al cabo.
En los "consejos" que se refieren mas adelante -de los cuales no pondré todos sino algunos- el autor se dirige al verdugo, como animándole a que sea más eficaz en sus atrocidades y así, llevándolo al extremo, de manera que queden en mayor evidencia sus mecanismos destructivos, para que una vez patentes, sean más fáciles de reconocer tanto para él mismo como para su víctima y ambos puedan ponerse a trabajar en el camino de la eliminación de tales comportamientos.
Pone en primer lugar el que considera "la joya de la corona"(habla el verdugo):
** ¡¡¡ Tú te callas !!! **
Consejos al verdugo.-
No haga nunca aprecio de ninguna virtud patente del otro.
No mencione ni dé lugar a que se hable de los problemas del otro, usted siempre tendrá muchos más.
Desprecie y menoscabe siempre cualquier opinión, acción o idea del otro.
Jamás tenga tiempo para escuchar a su victima. Usted esta siempre muy ocupado.
Si alguna vez se ve entre la espada y la pared y su víctima osa empezar a contarle sus problemas, contraataque, cuéntele los suyos y procure que le quede claro que los de él son una tontería.
Si su víctima osa acusarle de algo porque le haya pillado desprevenido, contraataque inmediatamente y acúsele de lo que sea, venga o no venga a cuento, sea real o imaginado, actual o pasado, sea cierto o no, pero jamás calle y, sobre todo, diga usted siempre la última palabra.
Menospréciele con regularidad, tanto en su físico, como en sus acciones, capacidades, aptitudes, actitudes, ideas, gestos. Todo puede ser útil como arma arrojadiza, incluso lo que el infeliz hubiera pensado que era bueno y valorable.
Compárelo con otros siempre de forma peyorativa.
Si descubre algún complejo o sentimiento de inferioridad, cébese en ello para resaltárselo hasta que se convierta en humillación.
Ataque todos los frentes. Su familia, su trabajo, sus amigos, su perro... Todo lo suyo es inequívocamente malo y despreciable.
Si alguna vez su víctima le gimotea debido a su manifiesta debilidad, aparente un poco de compasión para que no huya del todo, e inmediatamente vuelva a la carga.
Destruya sus objetos personales, cualquier cosa que pudiera servirle de apoyo para crearse una identidad, ya fuera real o ficticia.
Delante de él haga alarde de ostentación, de lo bien que le va la vida, sobre todo cuanto más hundido esté él.
No dude en recurrir al llanto o al chantaje emocional con tal de doblegar su voluntad. Lo importante es que usted se salga con la suya. El método es lo de menos.
Cárguelo de expectativas, hágale sentir lo importantes que son para usted y como se frustrará si no las realiza.
No reflexione nunca, eso podría ser visto como un signo de debilidad que usted, Ser del Centro Universal, no se puede permitir.
Si su víctima obtiene algún triunfo que usted no haya podido evitar, aluda a su suerte, jamás a su mérito.
Acósele con sus críticas y exigencias. No permita que se relaje.
Si todavía se resiste, acuda a los insultos, primero a los genéricos, ya sabe... "eres un tal ... eres un cual.." y, si es insuficiente use la información íntima que tenga sobre él ... "no me extraña que no tengas amigos", ... "fallas más que una escopeta de feria"... Aproveche todo lo que le pueda hacer daño. A estas alturas usted ya es un maestro.
Hágale sentir culpable por cualquier intento de independencia. Cúlpele de abandono.
Dígale que es igual que la peor persona que conozca.
Exija obediencia ciega y para conseguirla use conceptos como vergüenza, deshonor, etc.
Desprecie su mundo de valores siempre que pueda y hágale ver que los suyos son los verdaderos. No admita réplica.
Critíquele sus sentimientos, sean positivos o negativos.
Angel Marín Tejero cita en realidad 73 puntos en su artículo, y en los párrafos finales agrega: "Sin duda habrá más ítems que éstos y más de sus posibles variaciones, pero la esencia de la destrucción es siempre la misma, negar el pan y la sal de la existencia psíquica, negar el reconocimiento de la existencia y el derecho al mismo de la persona. El beneficio que se obtiene de esto deriva del posicionamiento, aunque sea ficticio, por encima del otro para poder sentirse comparativamente mejor.
Estas relaciones víctima - verdugo, se dan entre personas que están físicamente cercanas, ya sean padres e hijos, cónyuges, hermanos o compañeros de trabajo. Cuando la destrucción de la autoestima se busca en compañeros de trabajo estamos ante el mobbing y cuando se busca en un compañero de escuela lo llamamos buling."
Para DESPERTAR, TENER EN CUENTA y sobre todo... EVITAR!!!
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